El matemático y divulgador Eduardo Sáez de Cabezón nos dice cómo “ganar, ganar, ganar y volver a ganar”
El
pasado día 17 de enero los alumnos de 4º de ESO y 1º de
bachillerato junto con algunos profesores tuvimos la suerte de
asistir a la charla que el matemático y divulgador riojano, Eduardo
Sáenz de Cabezón, impartió en la biblioteca del IES.
En
esta divertida e interesante conferencia, Eduardo nos habló sobre
teoría de juegos.
Pero, ¿qué es la teoría de
juegos? Se trata de una rama de las matemáticas que ayuda en la toma
de decisiones estratégicas en base a la interacción entre
individuos. No obstante, se podría decir que en realidad está en
todas (o casi todas) partes. La usan las empresas, también los
ajedrecistas, los biólogos, los políticos, también los jugadores
de póker e incluso los cineastas y guionistas, para agregar emoción
en la trama. No se trata de aplicar este método en cualquier toma de
decisiones, sino en las de tipo estratégico. Y se entiende que el
“juego” hace referencia a una interacción entre dos o más
partes, con reglas, y en la que los implicados usan la razón y la
lógica.
Nada
mejor para comprenderla que un caso concreto, el
dilema del prisionero,
ejemplo por excelencia de la teoría de juegos.
Nunca
viene mal conocer unos cuantos juegos
de estrategia ganadora,
arma infalible para apostarse con los padres una subida en la paga
semanal o la ampliación del horario de regreso a casa.
En
su faceta de investigador, Eduardo está especializado en el campo
del Álgebra Computacional así que también nos habló de la
inteligencia artificial.
Coloquialmente,
el término inteligencia artificial se aplica cuando una máquina
imita las funciones cognitivas que los humanos asocian con otras
mentes humanas, como por ejemplo "aprender" o "resolver
problemas".
En
concreto nos habló de la revolución que está viviendo el mundo del
ajedrez desde que el pasado mes de diciembre el programa AlphaGo
Zero venciera a
Stockfish, herramienta
de preparación de la mayoría de ajedrecistas de élite.
Lo
más llamativo y destacable de esta hazaña es que este
nuevo algoritmo es capaz de aprender a ganar desde cero, a solas con
el tablero y las fichas.
Se trata de una
máquina que se enseña a sí misma, sin ejemplos de partidas reales
ni intervención humana, hasta convertirse en invencible. Y además
lo logró en un tiempo récord, ¡tan sólo cuatro horas!, y
consumiendo una cantidad mínima de recursos informáticos.
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